PASEO,
INCLUSO UN POCO ARBITRARIO, ENTRE LITERATURAS N.1
EL
LIBRO DEL BROCADO DEL PERIODO ABASÍ
Sumario:
a. El porqué de la palabra
“brocado” en el título.
b. Breves anotaciones sobre el
contexto y el autor.
c. El libro del brocado,
su composición, informaciones escasas sobre su autor; la “torre de
marfil”.
d. El tema amoroso en El
libro del Brocado, con referencias breves a movimientos
europeos posteriores y, específicamente, italianos, a la poesía
cortés de tiempos posteriores
e. Otros temas de El Libro
del brocado, imágenes vívidas de la sociedad abasí de
principios del siglo X.
Para explicar el sentido de la palabra
“brocado” en el título, me limito a mostrar la definición que
de este término se encuentra en el DICCIONARIO
DE LA LENGUA ESPAÑOLA RAE:
brocado, da.
(Del it. broccato, y este de brocco).
1. adj. ant. Dicho de una tela: Entretejida con oro o plata.
2. m. Guadamecí dorado o plateado.
3. m. Tela de seda entretejida con oro o plata, de modo que el metal forme en la cara superior flores o dibujos briscados.
4. m. Tejido fuerte, todo de seda, con dibujos de distinto color que el fondo.
Evidentemente, este tejido precioso, que se utilizaba para la ropa, las cortinas, las tapicerías, es una metáfora de la vida de las clases altas en Bagdad del siglo IX.
<> <> <>
El contexto y el autor
La época en que vivió al-Wassa, el
autor de El Libro del Brocado, estuvo marcada por
acontecimientos traumáticos: anarquía militar, luchas civiles,
enfrentamientos entre las distintas regiones del vasto imperio abasí,
rebeliones, conflictos religiosos.
Después del asesinato del califa
al-Mutawakikil (861), se sucedieron, en menos de una década, cuatro
califas, cada uno apoyado por una parte del inmenso ejército y
depuesto y a la vez asesinado por otra parte.
En 868 se produjo también el
levantamiento de los zanŷ,
esclavos negros que llegaron a dominar durante más de 15 años el
Sur de Irak y parte de la Persia; y en la misma época continuó la
tendencia a la independización de las otras provincias.
El califa al-Mu'tamid devolvió la
capital de Samarra a Bagdad, pero no resolvió los problemas de
fraccionamiento del califato ni los conflictos sucesorios.
Esta época estuvo también marcada por
la presencias de las ramas del chiismo y del jarigismo y la amenaza
de los qarmatas, que atacaron la parte más cercana al corazón del
imperio y llegaron a saquear Basora, antes de retirarse a la zona
del actual Bahrein...
En Al-Andalus, en 929, se constituyó
un califato omeya.
Al-Wassa, cuya fecha de nacimiento se
sitúa aproximadamente en torno al año del asesinato del califa
al-Mutawakikil, y la de la muerte al rededor de 936, fue gramático
en la escuela que nació en Bagdad a partir de la confluencia de las
dos escuelas gramaticales, de Basora y de Kufa. No se conoce casi
nada de sus datos biográficos y sobre su propio nombre hay
incertidumbre y contradicciones. Pese a ello, se le atribuyen muchas
obras, la mayoría perdidas, algunas gramaticales, aunque este autor
no fue considerado importante como gramático. Sin embargo se han
trasmitido listas de los títulos de sus escritos, en total 27.
El Libro del Brocado en árabe
lleva el subtítulo az-zarf wa-z-zarafa’, la elegancia y los
elegantes: es un tratado sobre la elegancia (zarf) y las
costumbres de los elegantes (zarafa’). Al-Wassa parece
escribir alejado de los acontecimientos políticos y sociales de su
época, de las tragedias, de las guerras y del miedo, en la clásica
torre de marfil, aunque, considerando la cuestión desde el punto de
vista cultural, hay que reconocer que recoge el “espíritu de su
tiempo”, naturalmente en relación a la clase culturalmente
hegemónica de la sociedad en que vivía.
Esto no me sorprende, porque sé bien
que también el “glorioso” Renacimiento italiano se desarrolló,
después de seis siglos de la época del autor de El Libro
del Brocado, sobre todo en las cortes de los señores y los
príncipes, a menudo mientras que al rededor y, a la vez, en el
interior de estos pequeños estados se desencadenaban guerras e
invasiones. Las cortes eran, a su manera, torres de marfil, pero,
pese a ese aislamiento, aparente o real, los escritores, filósofos,
poetas, etc. que formaron este movimiento, lograron interpretar el
mundo de manera amplia y sus pensamientos se transmitieron por toda
Europa.
El género de El Libro del Brocado
El Libro del Brocado, del siglo
X, se incluye en el “género”, o mejor, en el conjunto de
géneros, que en árabe toma el nombre de adab. Adab es
un término polisémico, que recoge múltiples significados: ta'rih
al-adab al-'arabiyya es la historia de la literatura árabe. Pero
la palabra adab tiene también el significado de conjunto de
costumbres y de cualidades morales que se deben respetar para
demonstrar sabiduría, distinción, finura. Adab tiene en
definitiva el significado de actitud pedagógica, de enseñanza a los
hombres que quieren distinguirse en el arte de la elegancia en
relación con muchos ámbitos y muchos ejemplos.
El Libro del Brocado es un
conjunto de prosa y de versos, de hadices, de citas poéticas,
de elementos biográficos relacionados con poetas del pasado reciente
o más antiguo. Su objetivo es el de describir y, al mismo tiempo,
recomendar, los costumbres, las actitudes, las posturas intelectuales
y sentimentales de los hombres que quieren ser refinados, y
constituyen una aristocracia ideal, que, como explica la traductora y
responsable de la edición española del libro, coincide
sociológicamente con el conjunto de los hombres de la corte y de los
altos funcionarios del imperio califal.
La textura del libro es discursiva y por lo tanto en prosa; en la disertación sin embargo aparece una gran cantidad de material de las tradiciones más antiguas y recientes, poéticas y también narrativas, transmitidas por escrito o sólo oralmente. El libro mencionado pone en escena una multitud de personajes que cuentan episodios ejemplares y pequeños relatos sobre los asuntos concernientes a la elegancia y a los acontecimientos de la vida de hombres ilustres.
La textura del libro es discursiva y por lo tanto en prosa; en la disertación sin embargo aparece una gran cantidad de material de las tradiciones más antiguas y recientes, poéticas y también narrativas, transmitidas por escrito o sólo oralmente. El libro mencionado pone en escena una multitud de personajes que cuentan episodios ejemplares y pequeños relatos sobre los asuntos concernientes a la elegancia y a los acontecimientos de la vida de hombres ilustres.
La temática del amor cortés
La disertación sobre las temáticas
relacionadas con el amor – amor y castidad, amor y muerte,
fidelidad e infidelidad etc. - es fundamental en esta obra. Mi
exposición se centrará especialmente en este tema, que se enlaza
más que los otros con la tradición cultural europea y especialmente
italiana posterior. Vuelven en estas páginas antiguos y míticos
amantes y poetas de la sociedad beduina idealizada, a la que se
contraponen a la vez las costumbres más desprejuiciadas y
superficiales de la ciudad. Entre los amantes antiguos, cuya fama ha
surgido antes en la memoria de los árabes y después se ha
difundido en las regiones más alejadas del imperio islámico,
encontramos a Maŷnūm y Layla, Ŷamil y Buţayna
, Zuhayr y Su'ād y otros. El amor que en el Libro del brocado
se considera adecuado al hombre refinado, es el 'udrí.
El hombre elegante, en el amor y en
general en las relaciones con su entorno, debe demonstrar que posee
estas características: dominio de sí mismo, sinceridad al hablar,
pudor, generosidad, castidad, capacidad de ocultar secretos,
fidelidad, templanza. A la castidad se vincula la sublimación del
deseo frustrado, de la renuncia. El amor, aunque provoca casi siempre
dolor y hasta la muerte, es la parte más preciosa de la vida, de la
que no se debe renegar.
En algunos de estos “valores”
podemos fácilmente reconocer algo que se transmitirá a lo largo de
los siglos por distintas zonas de Europa, sobre todo en Provenza y
que hará amplios recorridos en Italia: la preciosidad de las penas
de amor1,
la castidad en el verdadero amor (la relación “carnal” está
considerada casi siempre antitética al “verdadero amor”, que es
espiritual, aunque no falto del deseo de cercanía de la mujer
amada2);
el tema del secreto de amor y de la capacidad de guardarlo, que, con
transformaciones, permanecerá a lo largo de los siglos en la
literatura europea, a través de los poetas provenzales, los poetas
de la Escuela Siciliana, el Dolce Stil Nuovo, Dante, Petrarca, hasta
el Renacimiento...
Otro tema importante es la afirmación
de la existencia de una aristocracia restringida que conoce el
verdadero amor por saber pensarlo y vivirlo. También esta idea
viajará durante siglos, aunque matizada de manera distinta, con
respecto a ambientes distintos: el de las cortes imperiales (¡no
solo la de Bagdad! También de la corte siciliana del emperador
Federico II de Hohenstaufen), o de las cortes feudales o de la
aristocracia intelectual, ya burguesa, de los “burgueses”
italianos, culturalmente “aristocratas”, etc..
Un aspecto seguramente distinto de lo
que ocurrirá en las escuelas poéticas de caracterización cortés
posteriores es la concepción de la mujer amada, que no aparece en El
libro del brocado, superior al hombre. Pero aquí puede compartir
la nobleza del sentimiento de amor con el amante o ser ella misma
amante dotada de capacidad de amor sublime muriendo muchas veces con
su amado.
De todos modos, en este libro no faltan
contradicciones, que en parte dan vitalidad al discurso sobre el
amor, que por su naturaleza es un tema de gran complejidad y variedad
y que esconde en sí mismo el contraste y la volubilidad de
sentimientos y de ideas. En parte, sin embargo, hace pensar casi en
una estratificación de escrituras y de experiencias intelectuales,
no elaboradas con el objetivo de alcanzar una plena unidad de
pensamiento.
Por ejemplo, el autor abarca el tema
del amor hacia las esclavas con posturas distintas y a la vez con
posiciones hasta conflictivas entre sí. En el capítulo XX es
central el tema de la desconfianza hacia el amor de las esclavas y
cantoras que son descritas como falsas y capaces de arruinar al
hombre libre con su codicia y maldad. El espacio que ocupa este tema
en el libro nos hace intuir cuán grande tendría que ser la
importancia y la peligrosa fascinación de estas cantoras en la corte
y en las casas de los señores de esta época. Como ejemplo y
testimonio del peligro que constituyen estas mujeres para los hombres
y de su mala conducta, el autor del Libro aporta versos de
Imru `l -Qays, de al-Farazdaq y de otros.
En pasajes de otros capítulos del
libro, sin embargo, comparecen esclavas verdaderamente enamoradas,
que mueren a causa de su pasión como les pasa a los hombres de
nobles sentimientos.
Otro tema controvertido es el de la
fidelidad de las mujeres. Un capítulo entero habla de este tema, con
ejemplos de infidelidad y menos de fidelidad. Se dice, con el apoyo
de ejemplos de mujeres que se han casado una y otra vez después de
la muerte de sus esposos, que la débil naturaleza femenina es
incapaz de tener fidelidad y constancia, pues la mujer no aparece
casi nunca como el ser superior de Francia feudal o de la Italia de
los plebeyos del Dolce Sti Nuovo y de Dante 3.
Come es sabido, los capítulos de esta
obra que hablan de amor están considerados casi una preparación
para El collar de la paloma de Ibn Hazm (1022), que ilustra
hablando en primera persona las treinta características del amor,
y con el que se conectarán el De amore de André Le
Chapelain, y la Vita Nuova de Dante.
Otros temas de El Libro
del Brocado
Además del discurso amoroso, El
Libro del Brocado trata de otros aspectos de especial interés.
En uno de los primeros capítulos, habla de la amistad, tema que
tiene una larga historia también en las literaturas clásicas: con
respecto a este ámbito de las relaciones humanas, el escritor
recomienda sobre todo la moderación, valor central de la tradición
ética aristotélica fundada en el “justo medio”.
El Capítulo XXII, de manera, quizás
sólo aparentemente contradictoria con las “teorías” y las
experiencias de noble pasión de las que el autor ha hablado antes,
recomienda al hombre refinado que no se deje enredar en las pasiones.
Hay en estas páginas estrofas y fragmentos de composiciones
poéticas, algunos otra vez de míticos poetas beduinos, en que se
describen de manera viva y sutil los diferentes estados de ánimo,
las ilusiones y las decepciones del hombre interiormente noble,
traicionado y abandonado.
Los capítulos siguientes, desde el
XXIII hasta el LIV (algunos de ellos muy breves), a excepción de
dos, que vuelven detallar las relaciones de amor, hablan de aspectos
en apariencia más externos de la vida de los hombres elegantes, que
nos dan imágenes vívidas de las relaciones sociales y de los
costumbres en ese tiempo de esplendor, pese a las guerras y a los
conflictos. Hablan de los vestidos, de sus colores y tejidos; de los
calzados, de su forma y de los materiales con que se hacen; de
perfumes preciosos; de regalos que es oportuno hacer o evitar; de la
comida de los elegantes. Habla de la manzana y de cómo se puede
adornar para convertirla en mensajera de amor; de mondadientes, que
se deben hacer con madera preciosa; de la rosa y de su valor
simbólico para los amantes. Habla, sobre todo, de versos que se
escriben en muchos objetos: en cintas, en los anillos de sello, en
las mangas, en las orlas de las túnicas, sobre todo tipo de
instrumentos musicales, en las monedas, en los cálamos, en los
encabezamientos e las cartas, y al pié de las mismas cartas4
. Es impresionante darse cuenta del papel central que la escritura,
los bonitos caracteres árabes, que seguramente en esta época han
tomado su forma definitiva, ocupa incluso en los aspectos exteriores
y frívolos de la vida.
BIBLIOGRAFÍA
Al-Waššā': El Libro del Brocado.
Trad., Estudio e Índices de Teresa Garulo. Título original: Al
Kitab de Muwaššā. Madrid: Alfaguara, 1990.
Ma Jesús Hubieran Mata: Historia de la literatura árabe clásica. Alicante 1999. Publicaciones de la Universidad de Alicante
Ma Jesús Hubieran Mata: Historia de la literatura árabe clásica. Alicante 1999. Publicaciones de la Universidad de Alicante
Francesco Gabrieli: Letteratura araba. Firenze 1967. Edizioni Accademia-Sansoni
Daniela Amaldi: Storia della letteratura araba classica. Bologna 2004. Zanichelli editore
Leonardo
Capezzone (Università di Roma): “Intorno alla rimozione delle
fonti arabe dalla storia della cultura medievale europea, e sul
silenzio di Dante”. Véase el enlace
http://uniroma1.academia.edu/leonardocapezzone/Papers/913442/Intorno_alla_rimozione_delle_fonti_arabe_dalla_storia_della_cultura_medievale_europea_e_sul_silenzio_di_Dante
1En esto es la mayor novedad en comparación con la poesía clásica, griega y latina. En la sensibilidad de los poetas clásicos – pese a la presencia del platonismo, en sus diferentes formas y matices, en la conciencia de muchos intelectuales, sobre todo latinos – no hay esta oposición entre el amor espiritual y el amor carnal. No solo esto, sino además las penas de amor son un mal. No hay traza de sublimación del deseo in absentia del objeto de amor. Para comprobar todo esto, es suficiente citar a Medea, a Dido, a algunos poemas muy intensos de Catullo, en que él define el dolor del deseo desesperado “morbum”. El mismo Ovidio proporciona una imagen del amor como seducción y hasta “caza”, no seguramente de naturaleza espiritual. Además falta casi siempre, tanto en los poetas clásicos latinos y griegos cuanto en los poetas medievales de la “sublimación”, una conexión entre amor en el sentido alto y procreación: se trata de dos ámbitos de la vida que permanecerán separados hasta la literatura de los últimos dos siglos.
2En el libro se muestra un diálogo entre un hombre de la sociedad “moderna” y un beduino. “Acerca de Estos hay una anécdota que refiere a al-Asma'ī estas palabras: Una vez le pregunté a un beduino: ¿Qué es el amor entre vosotros? Contestó: Dirigirse mirada tras mirada, e incluso darse beso tras beso, eso es llegar al paraíso. Le dije entonce: El amor entre nosotros no es así. El beduino preguntó: ¿Como es, pues, entre vosotros? Respondí: Separas las piernas de la mujer y te pone sobre ella. Él exclamó: Por vida mía esto no es estar enamorado, sino querer un hijo.” (El Libro del Brocado, cit., p. 123).
3El
problema de la fieldad de la mujer en general no se plantea en los
movimientos poéticos posteriores de Europa, como no se plantea la
relación entre amor y matrimonio, muy presente en la poesía
beduina y en los amores de los que se habla en El libro del
brocado. La mujer de los movimientos poéticos posteriores que
celebran el amor cortés no es doncella, sino casada. Pero esto no
supone un obstáculo para el poeta, aunque cristiano, en volcase en
ella con su amor espiritual y sublimado.
4Este
uso se queda en la literatura italiana de la Edad Media, desde los
poetas de la Escuela Siciliana, pasando por el Stil Nuovo,
hasta Petrarca... En italiano se llama congedo, se
encuentra sobre todo, aunque no exclusivamente, al final de
composiciones que tienen la forma métrica de la canción, y aparece
hasta en poemas del siglo XX-
Nessun commento:
Posta un commento